No son orgías, ni intercambios de parejas, ni infidelidades.
Te contamos todo lo que tienes que saber sobre estos tipos de relaciones. Las relaciones abiertas son, según el imaginario social, el sueño de todo hombre: tienes una pareja estable, pero puedes estar con muchas otras. Sin embargo, hay mucho más detrás de esto: no hay una única definición de relación abierta, ya que esta puede tomar múltiples formas.
Lo que todas tienen en común es que todas las personas involucradas están de acuerdo con el tipo de relación en la que participan, y la relación incluye vínculos emocionales y/o sexuales entre más de dos personas.
Es decir: en una relación abierta, todos los participantes son conscientes y están de acuerdo con la situación (porque de otro modo sería engañar). La modalidad depende de cada uno: algunos pueden acordar en tener otras parejas sexuales, pero marcando ciertos límites como no llevarlos a casa, o no compartir detalles con la pareja estable.
Algunos pueden estar cómodos en una relación, pero no sienten la necesidad de estar en una pareja monógama clásica, y otros pueden querer tener libertad sexual, pero siempre y cuando no haya sentimientos involucrados.
Las variaciones y el involucramiento emocional con terceros dependen de cada uno, lo importante es que todas las partes estén al tanto de cómo son las cosas y se respete ese pacto.
Por otro lado, tenemos las relaciones poliamorosas.
Estas generan algo de confusión, y a veces se mezclan con las relaciones abiertas. Para algunos, estas consisten en relaciones con un vínculo emocional entre más de dos personas, aunque para otros en realidad consisten en una relación interconectada más que lineal.
- Poliamor en estas relaciones la comunicación es esencial, así como también poder deshacerse de ciertos prejuicios y concepciones estáticas que tenemos sobre las relaciones.
- En una relación poliamorosa una persona puede tener muchas parejas, como en las relaciones abiertas, con la diferencia de que hay alguna clase de vínculo entre algunos o todos los participantes de la relación.
- Puede tratarse de tres personas que están enamoradas entre sí, o dos hombres (o mujeres) que están enamorados de la misma persona, y aún así se conocen, respetan y hasta conviven. Las variaciones son infinitas, pero lo que hay en común es que en todas, todos los participantes están relacionados entre sí de alguna manera. Obviamente, demandan de mucho trabajo, sinceridad y voluntad de hablar.
El perfil psicológico: ¿hay que estar enfermo para estar en estas relaciones?
Al respecto, la Lic. Rodríguez es categórica: no hace falta estar enfermo, ni ser un perverso o un pervertido para estar en este tipo de relaciones. Además, agrega que no se trata de una patología ni una deuda afectiva.
Para Rodríguez, este tipo de relaciones es una alternativa válida para personas que no se sienten cómodas en relaciones convencionales y que tienden a tener un espíritu aventurero, especialmente los jóvenes. Para muchos incluso puede llegar a ser una etapa o un período de experimentación.
En el caso de las parejas con hijos, sin embargo, lo más probable es que no se den, ya que se teme que de alguna forma afecte a la familia. Según la psicóloga, estas relaciones no tradicionales no son lo más idóneo para personas con personalidades obsesivas, posesivas y/o celosas, ya que se trata de una relación sin estructura, y estas personas tienden a necesitar el control que provee una estructura.
Finalmente, resalta que el diálogo y la explicitación son fundamentales, y que todas las partes estén de acuerdo, ya que si no sería engañar.
Cada relación es única y no siempre los estándares de la sociedad le acomodan a todos.
Estos tips son una guía pero lo más importante es que tú y tu pareja se sientan a gusto con la situación.
1. Las cartas sobre la mesa
Si la curiosidad te ganó y tienes ganas de intentar una relación abierta, lo primero y lo más importante es que le comuniques la situación a tu pareja. Siéntate con él, en un momento apropiado (no a la mitad de una cena familiar o en el cine). Se considera al mencionar tu curiosidad, pero sé honesta con respecto a tus emociones y pensamientos. Explica que es algo que te gustaría intentar, si los dos están de acuerdo, podrás dar el siguiente paso. Si no, entonces encuentren una forma de ayudar a que su relación monógama evolucione.
2. Reglas básicas
Obviamente las reglas de una relación abierta varían de pareja a pareja, pero todas son muy importantes. Una vez que decidan intentarlo, siéntense y hagan una lista de los límites con los que ambos se sientes cómodos. Escríbanlos y hablenlo antes de dar el siguiente paso. Esta es una etapa donde debes escuchar las necesidades del otro, pero no por eso olvidar las tuyas y dejar pasar cosas para que la otra persona no se sienta mal.
3. Comunicación
Estas son algunas de las reglas más comunes de las personas que se encuentran en una relación abierta. Recuerda que debes encontrar aquellas que funcionen para ti y tu pareja. Siempre practica sexo seguro. Nada de sexo con amigos en común. Los encuentros sexuales no deben interferir con las costumbres o planes de la pareja. El sexo sólo se permite cuando uno de ustedes está fuera de la ciudad. El sexo con alguien más sólo se permite cuando tu pareja aceptó con anticipación. El sexo sólo se permite si ambos participan. No se permite tener sexo con alguien, fuera de la pareja, en la casa. El sexo se permite en la casa, pero no en la habitación.
4. No tengas miedo a decir lo que piensas y sientes
Si establecen reglas que no funcionan o con las que no te sientes a gusto, asegúrate de tener un espacio para ajustarlas. Nadie dice que las reglas tienen que ser para siempre y por siempre. Obviamente algunas de ellas no funcionarán al principio, así que sé paciente.
5. Límites
¿Sientes que tienes que platicar cada uno de tus encuentros sexuales pero tu pareja preferiría que te lo guardaras (o viceversa)? Entonces definitivamente deben de hablar sobre los límites en los que se encuentran cómodos. Es importante que antes de que preguntes algo estés segura de querer saber la respuesta. Tal vez te interesa saber el qué y el quién, pero no necesitas saber casa uno de los detalles.
6. Un paso a la vez
El tiempo lo es todo. No corras. Considera tener una experiencia con otra persona y tu pareja, antes de que ambos salgan a buscar a alguien más. Siempre sean sinceros y no guarden resentimientos, platiquen las cosas.
7. No engañes
A menos de que las reglas que establecieron digan que tu pareja no quiere saber nada de tus encuentros sexuales, recuerda que engañar es engañar, aun en las relaciones abiertas. Cuando te guardas los detalles (o la experiencia completa), aun cuando sea porque sabes que rompiste las reglas y no quieres lastimar a tu pareja, puedes causar problemas graves y grandes. Una relación abierta funciona porque hay confianza en sus integrantes y una vez que eso se pierde, no queda nada más.
Terminología para relaciones poliamorosas versus relaciones abiertas.
Una relación abierta generalmente describe una relación (normalmente entre dos personas, pero a veces entre grupos más grandes) en la que las personas participantes pueden tener una relación sexual con otras, con el consentimiento de su(s) pareja(s). Cuando una pareja que llega a este acuerdo está casada, se le llama “pareja abierta” .
Relación abierta y poliamorosa se solapan más que ser términos idénticos; la gente puede usar ambos términos para describir su relación.
En términos generales, “abierta” normalmente se refiere a la faceta sexual de la relación no-cerrada, mientras que poliamor supone la ampliación de la relación al permitir que se formen lazos (que pueden ser sexuales o de otro tipo) como relaciones a largo plazo adicionales: Algunas relaciones no-monógamas ponen restricciones sexuales en sus miembros (p. ej. polifidelidad).
Esas relaciones pueden ser poliamorosas, pero no son abiertas. Algunas relaciones permiten sexo fuera de la relación principal, pero no el amor (p. ej. las parejas swinger); son relaciones abiertas, pero no poliamorosas. Algunas personas poliamorosas no aceptan la dicotomía entre “en una relación/sin relación” y “ser pareja/no ser pareja”; sin esas divisiones no tiene sentido clasificar una relación como abierta o cerrada. Muchas personas poliamorosas consideran el poliamor su orientación (…) en las relaciones emocionales, como podrían ser gay o heterosexuales en sus relaciones sexuales. Se identifican como poliamor (quien es capaz y desea múltiples amores) mientras que “relación abierta” se usa como una descripción “logística”: Es decir, describe una forma particular de relación, a veces empleada por personas poliamor.
Pueden decir de sí, por ejemplo: “Somos poliamorosxs (o soy poliamor); mi pareja principal y yo tenemos una relación abierta…” No me meto a poner la definición de poliamor porque, como dicen Dossie Easton y Janet Hardy, hay tantas definiciones de poliamor como personas que lo practican.
Sólo una curiosidad. Mientras que la palabra poliamor es reciente (en realidad se usó primero la palabra “poli-amoroso”, no “poliamor” en el artículo “A Bouquet of Lovers” (1990) de Morning Glory Zell-Ravenheart), décadas antes se usaba como equivalente la palabra polifidelidad, fidelidad entre tres o más personas
SexON Nº 46
Sábado 27/5/2017
Edición: Lic. Élita S-J PNI Nº4442©
Comunicadora y Educadora
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