Archivo de 1º Abril 2010
Si tienes un hijo con autismo, sabrás qué es el síndrome autista. Al principio es probable que te sintieras desorientado, frustrado e incluso enfadado con el mundo. Quizá es así cómo te sientes ahora mismo si le han diagnosticado hace poco. Es muy importante para ti que lo asumas y que no lo tomes como algo catastrofista. Apóyate en aquellas personas que pasan por tu misma situación porque hablar sobre sus experiencia les hará comprender diferentes aspectos y ver las cosas desde otra perspectiva.
Bebés o niños pequeños autistas
El bebé autista tiene un balbuceo monótono y tardío sin apenas contacto con el entorno. No sigue a la madre para sus primeros intentos de comunicación y se entretiene solo sin necesidad de nadie. Sabrás que el niño autista tiene una mirada que no mira, te darás cuenta que te traspasa. No habla, le cuesta asumir el yo e identificar a los demás. No quiere contacto, no lo necesita. Juega solo de forma repetitiva. Puede tener conductas agresivas con los demás o contra sí mismos con el objetivo de mostrar su frustración o enfado. Tiene una gran memoria, pudiendo ser capaz de aprenderse el guion de una película. Tiene rituales que debe llevar a cabo de forma obsesiva, además de unas rutinas imprescindibles de cumplir día a día.
Características de los niños autistas
Las características más comunes en los niños con autismo se producen por la desviación de patrones normales de desarrollo.
Hablo de tres áreas fundamentales:
Áreas que se trabajan siempre que se juega con un niño, sean estos autista o no. Importancia del juego Si tienes un hijo autista, no creo que te sorprenda nada de lo que has leído hasta aquí.
Pero, ¿sabes por qué debes jugar con tu hijo autista?
El juego es esencial para la estructuración del pensamiento infantil, la construcción del lenguaje y la representación objetiva de la realidad. Es una forma que tiene el ser humano de expresarse y explorar, así que imagínate la importancia que tiene que tu hijo, también juegue desde el nacimiento. Ya no sólo como padre o madre, si no que cualquier persona (familiares, amigos, tutores) que convivan o con un niño autista se preguntarán alguna vez cómo interactuar con ellos de forma correcta y poder jugar. Cómo establecer una comunicación sin sentimiento de dependencia.
Juego simbólico
¿Recuerda cuando ha jugado a ser superhéroes, o ha dado de comer a su muñeca o se ha convertido en un valiente bombero que rescata del fuego a pequeñas muñecas? ¿Le parece familiar que su pequeña de dos años alimente y cuide a su muñeca que tiene fiebre? Se trata sin duda del juego simbólico.
A los niños con autismo no les interesan las relaciones simbólicas, por tanto los juegos simbólicos no les aportan nada, jugando de manera mecánica con los objetos.
Este tipo de juego se caracteriza porque los pequeños evocan situaciones ficticias como si estuvieran pasando realmente. De ahí que se convierten en personajes, y sus muñecos cobran vida a su gusto e imaginación. El juego simbólico es la capacidad de simbolizar, es decir, crear situaciones mentales y combinar hechos reales con hechos imaginativos.
Este tipo de juegos es muy importante, debido a que el lenguaje también está presente en ellos. Al curar la “herida” del oso de peluche, y tratar de aliviarlo diciéndole que todo va a estar bien, el niño estimula su lenguaje.
Que no le interese no significa que no sea importante incluirlos en su intervención, ya que con un buen trabajo y constancia podrá jugar simbólicamente. Además encontramos dentro del juego numerosos beneficios para todos los niños, y por tanto también para los niños con autismo, estimulando su desarrollo social, cognitivo, motor, sensorial, perceptivo y emocional. Siendo así el juego, un conjunto de comportamientos para la diversión, caracterizado para repetir experiencias y explorar el mundo que le rodea al niño.
Lic. Élita S-J PNI Nº4442©
Psicopedagoga
Comunicadora y Educadora
Si tienes un hijo con autismo, sabrás qué es el síndrome autista. Al principio es probable que te sintieras desorientado, frustrado e incluso enfadado con el mundo. Quizá es así cómo te sientes ahora mismo si le han diagnosticado hace poco. Es muy importante para ti que lo asumas y que no lo tomes como algo catastrofista. Apóyate en aquellas personas que pasan por tu misma situación porque hablar sobre sus experiencia les hará comprender diferentes aspectos y ver las cosas desde otra perspectiva.
Bebés o niños pequeños autistas
El bebé autista tiene un balbuceo monótono y tardío sin apenas contacto con el entorno. No sigue a la madre para sus primeros intentos de comunicación y se entretiene solo sin necesidad de nadie. Sabrás que el niño autista tiene una mirada que no mira, te darás cuenta que te traspasa. No habla, le cuesta asumir el yo e identificar a los demás. No quiere contacto, no lo necesita. Juega solo de forma repetitiva. Puede tener conductas agresivas con los demás o contra sí mismos con el objetivo de mostrar su frustración o enfado. Tiene una gran memoria, pudiendo ser capaz de aprenderse el guion de una película. Tiene rituales que debe llevar a cabo de forma obsesiva, además de unas rutinas imprescindibles de cumplir día a día.
Características de los niños autistas
Las características más comunes en los niños con autismo se producen por la desviación de patrones normales de desarrollo.
Hablo de tres áreas fundamentales:
- relaciones sociales e interacción,
- lenguaje y comunicación y
- actividades e intereses.
Áreas que se trabajan siempre que se juega con un niño, sean estos autista o no. Importancia del juego Si tienes un hijo autista, no creo que te sorprenda nada de lo que has leído hasta aquí.
Pero, ¿sabes por qué debes jugar con tu hijo autista?
El juego es esencial para la estructuración del pensamiento infantil, la construcción del lenguaje y la representación objetiva de la realidad. Es una forma que tiene el ser humano de expresarse y explorar, así que imagínate la importancia que tiene que tu hijo, también juegue desde el nacimiento. Ya no sólo como padre o madre, si no que cualquier persona (familiares, amigos, tutores) que convivan o con un niño autista se preguntarán alguna vez cómo interactuar con ellos de forma correcta y poder jugar. Cómo establecer una comunicación sin sentimiento de dependencia.
Juego simbólico
¿Recuerda cuando ha jugado a ser superhéroes, o ha dado de comer a su muñeca o se ha convertido en un valiente bombero que rescata del fuego a pequeñas muñecas? ¿Le parece familiar que su pequeña de dos años alimente y cuide a su muñeca que tiene fiebre? Se trata sin duda del juego simbólico.
A los niños con autismo no les interesan las relaciones simbólicas, por tanto los juegos simbólicos no les aportan nada, jugando de manera mecánica con los objetos.
Este tipo de juego se caracteriza porque los pequeños evocan situaciones ficticias como si estuvieran pasando realmente. De ahí que se convierten en personajes, y sus muñecos cobran vida a su gusto e imaginación. El juego simbólico es la capacidad de simbolizar, es decir, crear situaciones mentales y combinar hechos reales con hechos imaginativos.
Este tipo de juegos es muy importante, debido a que el lenguaje también está presente en ellos. Al curar la “herida” del oso de peluche, y tratar de aliviarlo diciéndole que todo va a estar bien, el niño estimula su lenguaje.
Que no le interese no significa que no sea importante incluirlos en su intervención, ya que con un buen trabajo y constancia podrá jugar simbólicamente. Además encontramos dentro del juego numerosos beneficios para todos los niños, y por tanto también para los niños con autismo, estimulando su desarrollo social, cognitivo, motor, sensorial, perceptivo y emocional. Siendo así el juego, un conjunto de comportamientos para la diversión, caracterizado para repetir experiencias y explorar el mundo que le rodea al niño.
Lic. Élita S-J PNI Nº4442©
Psicopedagoga
Comunicadora y Educadora
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