En Occidente, la mayoría de nuestros métodos de educación tienden a orientarse hacia
grupos, como los grupos de encuentro o el psicodrama.
En Oriente, si bien hay ashrams donde los seguidores viven juntos, el acento parece estar en el individuo.
grupos, como los grupos de encuentro o el psicodrama.
En Oriente, si bien hay ashrams donde los seguidores viven juntos, el acento parece estar en el individuo.
OSHO ASEGURA PARTE DE: Hay dos clases de métodos de educación. Se puede buscar solo el crecimiento espiritual, o se puede abrirse camino a través de un grupo, de una escuela. Aun en Oriente, siempre han existido ambas clases de educación. Los métodos sufíes son grupales. En la India, también existieron los métodos grupales, pero nunca
fueron tan prevalecientes como en el islam o en el sufismo. Pero éste es un nuevo fenómeno en lo que concierne a la cantidad: que el Occidente esté totalmente orientado hacia lo grupal. Nunca antes hubo tantos métodos grupales vivos y tanta gente desarrollándolos, como existen actualmente en Occidente.
Entonces, de alguna manera, podemos decir que Oriente ha conservado los intentos individualistas, mientras
que, ahora, Occidente se está inclinando hacia los métodos grupales. ¿Por qué es así y cuál es la diferencia?
¿Y por qué esta diferencia? Los métodos grupales únicamente pueden existir si tu yo ha llegado a un punto en
el cual se transforma en una carga. Cuando el yo se ha convertido en una carga al punto de que estar solo
implica angustiarse, los métodos grupales asumen relevancia, porque en un grupo uno puede fusionar su yo con el de los demás.
Si tu yo no se ha desarrollado demasiado, los métodos individuales pueden serte útiles. Puedes irte a una
montaña, aislarte, o incluso vivir en un ashram con tu maestro, trabajar solo: practicas tu meditación, los demás
practican la suya, sin trabajar nunca juntos.
En India, los hindúes nunca rezaron en grupo. Con los mahometanos entraron en la India los grupos de
oración. Los mahometanos rezan en grupos; los hindúes siempre rezaron solos; aun si iban al templo, iban solos. La relación de cada uno con Dios es una relación uno a uno.
Esto es posible si no se ayudó al yo a desarrollarse hasta un punto en que se transforme en una carga. En la India, nunca se lo impulsó a desarrollarse: desde el comienzo mismo, estuvimos en contra del yo. Entonces,
uno crece en el yo, pero el yo permanece confuso y desdibujado; uno sigue siendo humilde, no se transforma en un verdadero egoísta. No se vuelve un pico agudo en uno, sino un fondo chato. Eres egoísta, porque todo el
mundo debe serlo, pero no un absoluto egoísta. Siempre consideras que está mal y continuamente te tiras
abajo. En ciertas situaciones, pueden provocarte y tu yo se convierte en un pico, pero por lo general no lo es: constituye un fondo chato.
En India, el yo es como el enojo: si alguien te provoca, te enojas; si nadie te provoca, no te enojas. En Occidente, el yo se ha vuelto una sustancia de existencia continua. No es como la ira, sino que ahora es como respirar. No es necesario provocarlo: está allí, es un fenómeno permanente. A raíz de este yo, el grupo se convierte en algo muy útil. En un grupo, trabajando en grupo, fundiéndose en el grupo, uno puede dejar de lado
su yo fácilmente. Por eso no sólo en la religión, sino también en la política, hay ciertos fenómenos que sólo se pueden producir en Occidente. El fascismo, por ejemplo, pudo existir, pudo ser posible en Alemania, que es el país más egoísta de Occidente, el más occidental. No existe en otra parte del mundo algo como el yo alemán.
Por eso fue posible un Hitler: porque todos son tan egoístas que necesitan fusionarse.
En las reuniones nazis de millones de personas marchando, uno puede perderse, no es necesario que el ser de cada uno esté allí. Uno se transforma en la marcha, en la banda que toca, en la música, en el sonido, en el
Hitler hipnotizador, una personalidad carismática. Todos mirando a Hitler, toda la masa rodeándote como un océano del cual no eres más que una ola. Te sientes bien: te sientes fresco, joven y feliz. Te olvidas de tu desdicha, de tu angustia, de tu soledad, de tu alienación. No estás solo. Esta masa tan grande está contigo y tú
estás con ella. Caen tus preocupaciones privadas, individuales. De repente, se produce una apertura: te sientes liviano, como si estuvieras volando.
Hitler tuvo éxito no porque tuviera una filosofía demasiado importante (pues ésta era absurda, infantil e
inmadura), no porque pudiera convencer a los alemanes de que tenía razón... ése no era el punto. Es muy difícil convencer a los alemanes, es una de las cosas más difíciles, porque ellos son lógicos, tienen la lógica metida en la cabeza, son racionales desde todo punto de vista. Es difícil convencerlos, y es imposible que
hayan sido convencidos por Hitler. No; él nunca intentó convencerlos. Él generó un fenómeno hipnótico; esto los convenció.
No se trataba de lo que Hitler decía, sino de lo que ellos sentían cuando estaban en grupo, en la masa. Era una experiencia tan aliviadora que valla la pena seguir a este hombre. Cualquier cosa que dijera (fuera incorrecta o correcta, lógica, ¡lógica, tonta) estaba bien para seguirlo. Estaban tan aburridos consigo mismos que querían quedar absorbidos en la masa. Por eso el fascismo, el nazismo y otro tipo de locuras de grupo fueron posibles en Occidente.
En Oriente, sólo Japón pudo seguirlo, porque Japón es la contraparte de Alemania en Oriente. Japón es el país más occidental de Oriente. Allí se dio el mismo fenómeno; por eso Japón pudo transformarse en aliado de la locura hitleriana. Lo mismo sucede también en otros campos: en la religión, en filosofía. La meditación en grupos se está produciendo y, en un largo período por venir, sólo habrá meditación en grupos. Cuando cien personas están reunidas (te sorprenderás, en especial si no conoces la mentalidad occidental), sólo tomándose las manos, un grupo de cien personas sentadas tomándose las manos, sintiéndose unos a otros, se sienten exaltadas. Ningún hindú se sentiría exaltado. Diría: ¡qué tontería! Sólo tomarse las manos con cien personas sentadas en círculo, ¿cómo esto puede resultar exaltante? ¿Cómo podría uno sentirse en éxtasis? Cuanto mucho, puedes sentir la transpiración del otro en la mano. Pero, en Occidente, cien personas tomándose las manos se sienten exaltadas, extáticas. ¿Por qué? Porque hasta tomarse las manos se ha vuelto imposible a causa del yo. Ni siquiera marido y mujer están juntos. La familia unida ha desaparecido. Era un fenómeno grupal. La sociedad ha desaparecido. Actualmente, en Occidente, no hay realmente sociedad: cada uno se mueve solo. En América (estuve leyendo unas estadísticas), todo el mundo se muda a otro pueblo dentro de un lapso de tres años. Ahora: un hombre de un pueblo, en la India, permanece allí (y no sólo él sino toda su familia) miles de años. El esta profundamente arraigado a ese suelo. Tiene vínculos con todo el mundo, conoce a todo el mundo, y todo el mundo lo conoce. No es un extraño, no está solo. Vive como parte del pueblo; siempre lo ha hecho. Nació allí y allí habrá de morir.
En América, cada tres años en promedio, la gente se muda. Ésta es la civilización más nómade que jamás haya existido: vagabundos, sin casa, sin familia, sin pueblo, sin ciudad, sin hogar en realidad. En tres años, ¿cómo puedes echar raíces? Adondequiera que vayas, eres un extraño. La masa está a tu alrededor pero no te relacionas con ella. No tienes vínculos y toda la carga se vuelve individual. Sentado en grupo, en un grupo de encuentro o un grupo de educación, tocando cada uno el cuerpo del otro, te vuelves parte de la comunidad. Tocando la mano del otro y sosteniendo la mano del otro, o sólo estando cerca del otro, o recostados unos sobre los otros en una pila, sientes la unidad, se produce una exaltación religiosa.
Cien personas bailando, tocándose, moviéndose alrededor del otro, se unifican. Se fusionan: el yo se disuelve durante unos momentos. Esa fusión se transforma en algo piadoso. Los políticos pueden emplearla con fines destructivos, la religión puede utilizarla para fenómenos muy creativos; puede transformarse en meditación. En Oriente, la gente está demasiado integrada a la comunidad; entonces, cuando quiere ser religiosa, se va al Himalaya. La sociedad está sociedad. Ésa es la diferencia. En Occidente, uno se cansa de sí mismo y busca algún puente, alguna forma de comunicarse con la sociedad, con los demás; cómo crear un puente, cómo acercarse al otro, para poder olvidarse de uno mismo. En Oriente, la gente está harta de la sociedad. Han vivido en ella demasiado tiempo y están tan rodeados de sociedad que no sienten libertad alguna. Entonces, cuando alguien quiere ser libre, estar en silencio, se retira al Himalaya.
En Occidente, corres a la sociedad; en Oriente, la gente huye de la sociedad. Por eso los métodos solitarios, los métodos indivi duales, existieron en Oriente, y los métodos grupales tienen existencia en Occidente.
¿Qué estoy haciendo yo? Mi método es una síntesis. En los primeros pasos de la Meditación Dinámica, formas parte de un grupo. En la última parte, el grupo desaparece y te quedas solo. Lo estoy haciendo por una razón particular… porque ahora, la divi sión en Oriente y Occidente ya no es relevante. Oriente se está volcando hacia Occidente y Occidente se está volcando hacia Oriente. Hacia el final de este siglo, no habrá Oriente y Occidente; habrá un solo mundo. Esta división geográfica existió durante demasiado tiempo; ya no puede mantenerse.
La tecnología ya la disolvió; ya carece de existencia pero, por una actitud habitual de la mente, se mantiene. Se mantiene sólo como un fenómeno mental; actualmente, ya no está. Para el fin de siglo, no habrá Oriente y Occidente: habrá un solo mundo. Ya está allí. Quienes pueden darse cuenta ya lo ven así. Será necesaria una síntesis del grupo y el individuo. Al principio, trabajas en un grupo, al final, te quedas totalmente solo. Comienza por la sociedad y llega a ti mismo. No te escapes de la comunidad. Vive en el mundo pero no pertenezcas a él. Ten vínculos pero quédate solo. Ama y medita, medita y ama.
No es cuestión de lo que sucede antes; no es cuestión de qué es lo que se sigue. Medita y ama si eres hombre; ama y medita si eres mujer. Pero no elijas. Mi lema es: "Amor más meditación." TRANSCRITO DE: LIBRO OSHO "MI CAMINOEL CAMINO DE LAS NUBES BLANCAS*Copyright:Nov2008 Lic.¨´Elita S-S S-J PNI N°4442
No hay comentarios:
Publicar un comentario